DOC. Analizar el uso generalizado de mascarillas en la población.

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Los autores argumentan que es hora de aplicar el principio de precaución :

Una estrategia para abordar los problemas de daño potencial cuando se carece de un amplio conocimiento científico sobre el tema. Defienden que aunque la evidencia científica sobre la efectividad del uso de mascarilla es escasa, en una situación como la que estamos viviendo con el COVID-19, el uso de mascarillas supone muy poco y potencialmente puede traer beneficios.

Conclusiones de los autores : ante una pandemia, la búsqueda de evidencia perfecta puede ser el enemigo de una buena política. Es hora de actuar sin esperar pruebas aleatorias de ensayos controlados.

Las máscaras son sencillas, baratas y potencialmente efectivas. Creemos que, usádolas tanto en el hogar (particularmente por la persona que muestra síntomas) como fuera del hogar en situaciones en las que es probable encontrarse con otros (por ejemplo, compras, transporte público), podrían tener un impacto sustancial en la transmisión con un pequeño impacto en la vida social y económica.